
En 1978, un ciudadano chino fue al médico por un resfriado, le pusieron una inyección y la aguja se rompió. Desde entonces quedó alojada en su trasero
Lao Du, un ciudadano chino de la región de Zhengzhou, compartió los últimos 31 años de su vida con una aguja en su trasero.
En el año 1978 el hombre fue al médico por un resfriado, le pusieron una inyección y la aguja se rompió. Hace tres décadas que está alojada en su trasero.
A pesar de que acudió al médico para que se la quitasen, los profesionales no dieron con ella, por lo que tuvo que resignarse. Lo soportó hasta que no pudo más y, por fin, después de tres largas horas de cirugía, quedó libre del objeto punzante.
Compártelo


















0 comentarios:
Publicar un comentario