
El aparato genera una radiografía en blanco y negro del cuerpo desnudo del viajero. Los agentes podrán comprobar si los pasajeros llevan armas o drogas, pero también verán partes de sus cuerpos como los genitales
Manos arriba. Los escáneres corporales son inaceptables. O al menos eso piensa el Parlamento Europeo, que este jueves ha rechazado su utilización en los aeropuertos para reforzar la seguridad. Según la Eurocámara el hecho de que los pasajeros aparezcan desnudos en una pantalla es inadmisible.
Sólo 16 eurodiputados han votado a favor de este nuevo instrumento, que por ahora sólo funcionaba en Armsterdam y Londres y de manera experimental. Escuchamos al socialista Martin Schulz:
“Necesitamos ampliar las medidas de seguridad -decía-, pero considero que este tipo de escáneres son absolutamente intolerables. No se le puede pedir a nadie que se desnude así como así. Es una ofensa a la dignidad humana. Y además no creo que estas máquinas garanticen mejor nuestra seguridad que otros dispositivos”.
La Comisión sostiene que el escáner corporal ofrece grandes ventajas, ya que aligeraría las colas de embarque. Y además no sería obligatorio. Los pasajeros que no quisieran pasar por él podrían someterse al registro habitual. Aunque ese no es el problema. El Parlamento considera que va contra los derechos y las libertades fundamentales de los ciudadanos. Así que por el momento, habrá que seguir con los métodos tradicionales.
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