Un hombre británico fue detenido por la policía al ser sorprendido sosteniendo relaciones masoquistas con una camioneta que estaba estacionada en la vía pública.
El día transcurría con normalidad, la gente caminaba y los coches circulaban, hasta que una escena llamó poderosamente la atención de los "afortunados" paseantes, cuando a un hombre de la nada se le ocurrió bajarse los pantalones y los calzoncillos, para disponerse a tener sexo con su "acompañante".
Acto seguido, apoyó su miembro en la parrilla del radiador, y empezó a moverse como si en realidad estuviera teniendo sexo, pero fue tal la pasividad de la camioneta, que decidió agregarle algo más al encuentro amoroso y fue entonces que empezó a golpearla para darle un tono masoquista a su rapidín que no pudo llegar a su fin por la intervención de la policía.
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