Mateo es un niño peruano de cuatro años y ha sufrido una complicada operación. Dos horas ha durado una intervención para extraer un clavo de 15 centímetros que atravesaba su cabeza.
El pequeño jugaba cerca de casa cuando tuvo una mala caída justo sobre una de las ruedas de su coche de juguete.
El clavo llegaba casi al cerebro, así que había que operar rápidamente. Por suerte todo ha salido bien y pronto volverá a jugar.
Según el médico, en cuatro semanas podrá "integrarse a su actividad familiar y escolar".
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