Concretamente, éstas proceden de un gas neutral interestelar que circula por la heliosfera, la región espacial que se encuentra bajo la influencia del viento solar y que está compuesta por iones procedentes de la atmósfera del Sol. Dentro de ésta, además, se encuentran los planetas que conforman el Sistema Solar.
Así, el estudio recoge que estas partículas procedentes de la heliosfera se ionizan, pasan al viento solar, y se aceleran a energías muy altas en zonas del espacio sideral. Posteriormente, regresan al centro de la heliosfera y se amontonan en el campo magnético del Sol (SMF, por sus siglas en inglés), que ya se encuentra influenciado por los vientos solares. La intensidad para su apelmazamiento varía de once en once años.
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