Aunque la amnesia disociativa suelen padecerlas personas que han vivido situaciones extremas, como una guerra o una agresión sexual, el caso de Andy Wray es distinto. Un día siendo aún policía vio como se suicidó un adolescente bajo las vías del tren. No pudo soportarlo, dejó el cuerpo y empezó a trabajar en un supermercado.
Con los años, todo iba bien y en 2006 se atrevió a montar su propia empresa de mensajería. De repente, los médicos le diagnosticaron una pericarditis o inflamación de la membrana que rodea el corazón. Al poco tiempo unos dolores horribles de cabeza le llevaron a ingresar de nuevo en un hospital. Al salir, había perdido todos sus recuerdos.
Andy no recordaba quien era, ni a sus familiares y amigos. Tras años de terapia y con el apoyo de su mujer y su hija logra recordar las últimas 48 horas de su vida, pero nada más. Pasado ese tiempo su memoria queda casi en blanco.
A veces puede recordar pequeñas cosas. "Sé que fui a la playa, pero no qué sucedió", pone como ejemplo. La amnesia disociativa es muy dura porque discrimina las cosas personales: "Sé que la batalla de Hastings" -explica Wray al Daily Mail- "fue en 1066 pero no puedo recordar nada de la escuela donde yo estudié".
Wray lleva un diario en el que anota lo que siente. De su mujer ha escrito: "Ella es muy guapa y maja, pero no puedo recordar las cosas de las que habla". Y sobre su hija: "Hoy conocí a una niña pequeña llamada Chloe; ellos dicen que es mi hija".
Compártelo
















1 comentarios:
Wow... que duro debe ser para el y para su familia... espero que mejore... seria grandioso.
Publicar un comentario