
El intento de Rossy ha sido el primer vuelo intercontinental de un hombre con alas a reacción. Jet-Man ha salido del Cabo Espartel, en la costa noroeste de Marruecos, y su objetivo era aterrizar en Atlanterra, en Cádiz. Quería recorrer 38 kilómetros en tan solo 12 minutos. El reto, que han denominado. El reto, que han denominado The webtel.mobi Intercontinental Challenge, forma parte de la promoción de una compañía de teléfonos móviles.
Rossy ha volado con su traje especial ignífugo provisto de alas y propulsado por 4 mini turbinas Jet-Cat P200. Una flota de helicópteros ha seguido el vuelo por motivos de seguridad y varias cámaras lo han retrasmitido online en el sitio de la compañía de teléfonos. Ha saltado desde un avión a 1.950 metros de altura y desde ese momento tendría 30 litros de combustible para un consumo de sus 4 turbinas de 0,78 litros por kilometro. En teoría lo suficiente para llegar hasta Cádiz.
El artilugio en el que se ha colocado el piloto tiene, según la información dada por la firma de teléfonos móviles en su página web, un peso de 88 kilógramos.
Este ha sido el segundo viaje de este tipo que Rossy va a llevar a cabo después de que en 2008 cruzase el Canal de la Mancha entre Calais y Dover. "El principal desafío de este vuelo es lograr que un pequeño ser humano como yo se adapte a los elementos; que sea capaz de alcanzar mi objetivo a pesar de las muchísimas y complicadas corrientes aéreas del Estrecho de Gibraltar" ha dicho Rossy según recoge emol.com.
Mecánico y piloto comercial de 50 años, este hombre ha logrado desarrollar un ala de unos dos metros de envergadura, fabricada con fibra de carbono y que le permite alcanzar 200 kilómetros por hora en crucero, e incluso 300 kilómetros por hora en descenso.
Compártelo
















0 comentarios:
Publicar un comentario