
Los astrónomos estudiaron en detalle el objeto conocido como V445 en la constelación de Puppis ("la Popa"). V445 Puppis es la primera -y hasta ahora la única- nova que no muestra evidencia alguna de hidrógeno. Proporciona la primera evidencia de una explosión en la superficie de una enana blanca dominada por helio. "Esto es crucial ya que sabemos que las supernovas de tipo Ia carecen de hidrógeno", dice el co-autor Danny Steeghs, de la Universidad de Warwick, Reino Unido, "y la estrella compañera en V445 Pup encaja muy bien ya que también carece de hidrógeno, vertiendo en cambio helio sobre la enana blanca".
En noviembre del año 2000 este sistema sufrió un estallido de nova, haciéndose 250 veces más brillante que antes y eyectando una gran cantidad de materia hacia el espacio.
El equipo de astrónomos usó el instrumento de óptica adaptativa NACO en el Very Large Telescope (VLT) de ESO para obtener imágenes muy precisas de V445 Puppis durante un lapso de dos años. Las imágenes muestran una capa bipolar, con una cintura inicialmente muy angosta, con lóbulos en cada lado. También se ven dos nudos en ambos extremos de la capa, que parecen moverse a unos 30 millones de kilómetros por hora. La propia capa -a diferencia de cualquier nova previamente observada- se está moviendo a unos 24 millones de kilómetros por hora. Un grueso disco de polvo, que debe haber sido producido durante la última explosión, oscurece las dos estrellas centrales.
"El increíble detalle que podemos ver a escalas tan pequeñas -alrededor de cien milésima de arcosegundo, equivalente al tamaño aparente de una moneda de un euro vista desde unos cuarenta kilómetros de distancia- sólo es posible gracias a la tecnología de óptica adaptativa disponible en telescopios terrestres tales como el VLT de ESO", dice Steeghs.
Una supernova es una de las formas en que una estrella puede terminar su vida, explotando en un despliegue de grandiosos fuegos artificiales. Una familia de supernovas, llamada supernovas de tipo Ia, es de particular interés en cosmología ya que puede ser empleada para medir distancias en el Universo y de esta forma usarse para calibrar la expansión acelerada empujada por la energía oscura.
Una característica que define a las supernovas de tipo Ia es la falta de hidrógeno en su espectro. Pero el hidrógeno es el elemento químico más común en el Universo. Tales supernovas probablemente surgen en sistemas compuestos por dos estrellas, en que una de éstas es el producto final de la vida de estrellas similares al sol, o de enanas blancas. Cuando tales enanas blancas, actuando cual vampiros estelares que tragan la materia de su compañera, llegan a ser más pesadas que un determinado límite, se vuelven inestables y explotan.
El aumento no es un proceso simple. A medida que la enana blanca canibaliza a su presa, la materia se acumula en su superficie. Si esta capa se torna demasiado densa, se hace inestable y erupciona como nova. Estas mini-explosiones controladas eyectan parte de la materia acumulada de vuelta al espacio. La pregunta crucial es, entonces, saber acaso la enana blanca puede ganar peso a pesar de la explosión, es decir, si algo de la materia quitada al compañera se queda en la enana blanca para que eventualmente llegue a ser suficientemente pesada para explotar como supernova.
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