Científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha descubierto un planeta de masa similar a la Tierra en el sistema 'Alpha Centaury', el más cercano al Sistema Solar. Según han explicado los expertos, no se descarta que pueda estar acompañado "de otros mundos".
Los astrónomos detectaron el planeta girando alrededor de la
estrella de tipo solar 'Alpha Centauri B', que forma parte de un sistema
de tres estrellas situado a 4,3 años luz de distancia del Sistema Solar.
El planeta recién descubierto es tan masivo como la Tierra, aunque no es un gemelo ya que "está muy cerca de su estrella y registra temperaturas muy elevadas, por lo que no puede albergar vida tal y como se conoce",
ha apuntado el coautor del trabajo, Stephane Udry. Además, orbita
alrededor de su estrella cada 3,2 días, a una distancia de seis millones
de kilómetros.
La mera existencia de este planeta, al que han llamado 'Alpha Centauri B', sugiere que existen "mundos por descubrir más lejos de su estrella y tal vez en zona habitable", ha apuntado Udry. "La
mayoría de los planetas con masa baja están en sistemas de dos, de tres
o de hasta seis o siete planetas, fuera de la zona habitable", ha apuntado.
Así, los expertos han indicado que es tan importante el hallazgo
como las perspectivas que abre de cara a la detección de nuevos cuerpos
en zonas habitables de un sistema que está muy cerca del Sistema Solar.
A partir de ahora 'Alpha Centaury' podría ser un punto de referencia
para la búsqueda de vida en el Universo", ha apuntado el investigador.
EL HALLAZGO
Para lograr este descubrimiento, que será publicado este jueves en
'Nature', el equipo de investigación ha usado un instrumento llamado
Radial de Alta Precisión Buscador de Planetas por Velocidad (HARPS), que
es parte del telescopio de 3,6 metros del ESO en La Silla (Chile). Este
instrumento permite a los astrónomos recoger los pequeños bamboleos de
un planeta en órbita gravitacional inducidos por su estrella madre.
En el caso de 'Alpha Centauri B', estas oscilaciones son muy
pequeñas, por lo que se tardó más de 450 mediciones HARPS durante cuatro
años de observaciones. "Es un descubrimiento extraordinario y ha logrado poner nuestra técnica al límite", ha señalado ESO.
Fuente: Europa Press
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