Los astrónomos han utilizado el telescopio NTT (New Technology
Telescope) de ESO y el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA para
estudiar más de 100 nebulosas planetarias que se ubican en la
protuberancia central de nuestra galaxia.
Han hallado que,
misteriosamente, los miembros de esta familia cósmica que tienen forma
de mariposa están alineados de una forma extraña — un resultado
asombrante si tenemos en cuenta sus desiguales historias y sus variadas
propiedades.
Las etapas finales de la vida de una estrella como nuestro Sol acaban
con la expulsión de sus capas exteriores hacia el medio que las rodea,
formando objetos de asombrantes y hermosas formas recordados como
nebulosas planetarias. Uno de estos estilos de nebulosa, recordado como
nebulosa planetaria bipolar, crea fantasmagóricas formas en rededor a
sus estrellas que reviven a mariposas o a relojes de arena.
Todas esas nebulosas se formaron en sitios desiguales y tienen
distintas especificaciones. Y ni la nebulosa individual ni las estrellas
que las formaron han disfrutado ningún tipo de interacción con otras
nebulosas planetarias. no obstante, un último estudio llevado a cabo por
astrónomos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) ha exhibido
asombrantes similitudes entre algunas de las nebulosas: muchas de estas
se alinean en el cielo de la misma manera.
“Este hallazgo es realmente asombrante y, si se acaba asegurando,
puede ser enormemente trasendente” explica Bryan Rees, de la Universidad
de Manchester, uno de los dos autores del artículo. “Muchas de estas
fantasmagóricas mariposas parecen tener sus largos ejes alineados a lo
largo del plano de nuestra galaxia. Utilizando imágenes tanto del Hubble
como del NTT obtuvimos una visión enormemente excelentísima de estos
objetos, por lo que pudimos estudiarlos en detalle”.
Los astrónomos estudiaron 130 nebulosas planetarias en la
protuberancia central de la Vía Láctea. Identificaron tres estilos
desiguales, y observaron de cerca sus especificaciones y su apariencia.
“Mientras que, tal y como era de aguardar, dos de esas poblaciones se
alineaban de forma enteramente aleatoria en el cielo, descubrimos que
el tercer tipo — las nebulosas bipolares — mostraban una asombrante
predilección por una alineación particular”, asevera el segundo autor
del artículo Albert Zijlstra, así mismo de la Universidad de Manchester.
“Si ya era asombrante que hubiese cualquier tipo de alineamiento,
hallar finalmentelo en la abarrotada región central de la galaxia es sin
embargo más inesperado”.
Se considera que las nebulosas planetarias se esculpen por la
rotación del sistema estelar del cual se forman. Esto dependerá de las
propiedades del sistema — por dechado, si es una binaria, o tiene
verdadero número de planetas orbitando a su cerca, especificaciones que
influirán subrayablemente en la forma que adquiere la burbuja de
material expulsado. Las formas de las nebulosas bipolares son de las más
extremas, y factiblemente se producen por chorros que eyectan masa
procedente del sistema binario perpendicular a la órbita.
“El alineamiento que analizamos en estas nebulosas bipolares subraya
algo muy raro sobre los sistemas estelares del interior del medio de la
galaxia”, explica Rees. “Para que se hayan alineado de la forma en que
lo han hecho, el sistema estelar que formó estas nebulosas debería haber
estado rotando en perpendicular a las nubes interestelares que a su vez
las formaron, lo cual es enormemente muy raro”.
Mientras que las propiedades de sus estrellas progenitoras entregan
forma a estas nebulosas, este último hallazgo da pistas sobre otro
aspecto sin embargo más misterioso. Junto con estas complejas
especificaciones estelares hallamos las de la propia Vía Láctea; toda la
protuberancia central rota cerca del medio galáctico. Esta
protuberancia puede tener más influencia de la que se confiaba hasta el
instante en toda la galaxia — a través de sus campos magnéticos. Los
astrónomos aluden que el ordenado comportamiento de las nebulosas
planetarias podría estar originado por la presencia de descomunales
campos magnéticos generados durante la formación de la protuberancia
central.
Dado que estas nebulosas más cercanas al hogar no se alinean del
mismo modo ordenado, estos campos alcanzarían haber sido demasiado más
descomunales de lo que son en nuestra vecindad actual.
“Podemos aprender demasiado estudiando estos objetos”, concluye
Zijlstra. “Si realmente se comportan de este modo inesperado, esto tiene
consecuencias no solo para el pasado de las estrellas de forma
individual, sino para el pasado de toda la galaxia”.
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