El evento ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el Profesor José María Madiedo. Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 54 mil kilómetros por hora sobre el centro de la provincia de Ciudad Real. Esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una brillante bola de fuego a una altitud de unos 85 kilómetros. El fenómeno fue tan brillante que pudo ser visto desde más de 400 kilómetros de distancia. La bola de fuego avanzó en dirección sureste y finalizó a una altitud de unos 25 kilómetros sobre el este de la provincia de Ciudad Real. Pudo ser grabada también por los detectores que el proyecto SMART opera en los observatorios astronómicos de La Sagra (Granada) y Sevilla.
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