El astrónomo chileno del Centro de Excelencia en Astrofísica CATA, Dante Minnit, comenta que uno de los mayores desafíos al momento de investigar y explorar son los obstáculos que debe superar la luz que finalmente llega a los telescopios de la Tierra, como las nubes de gas y polvo. “Cuando hallamos una zona de bajo material interestelar lo llamamos una ventana de extinción”, comenta.
De esta forma, estas ventanas indican a los astrónomos por dónde observar el espacio para completar censos galácticos, alimentar de datos a los modelos de formación galáctica, explorar brazos galácticos lejanos y zonas de formación estelar distantes.
“Lo que buscamos es el mismo efecto que vemos cuando se abre una ventana entre las nubes y aparecen los rayos del sol”, explica el investigador Roberto Saito, primer autor de la investigación y astrónomo de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil.
Los resultados del proyecto Vista Variables de la Vía Láctea fueron publicados por la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y contó con la participación de una decena de astrónomos de distintas universidades e institutos de Alemania, Brasil, Italia, Chile, España, Estados Unidos y Reino Unido.
De momento, el número de ventanas de extinción conocidas es pequeño. Sin embargo, el grupo de astrónomos comenzará la búsqueda de nuevas “ventanas” que permitan descifrar la estructura de regiones más lejanas de la galaxia, ocultas nubes de gas y polvo.
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